¿Qué es el autismo?

Es un trastorno generalizado del desarrollo. Afecta a la socialización, comunicación y al compartir emociones.

No todos los niños autistas son iguales y por eso se habla en ocasiones de “espectro autista” (síndrome de Asperger, trastorno generalizado del desarrollo…). Hay que olvidarse de la imagen dada en muchas películas puesto que en general los autistas tienen más dificultades que grandes capacidades en áreas específicas.

El papel de los padres

Es imprescindible el trabajo continúo con los padres, especialmente en el área de psicología, dado que son los que deben reforzar positivamente las conductas positivas que tenga.

Cómo detectarlo

Ha habido algunos cambios en los criterios diagnósticos, así según el dsm-5, se deben apreciar

  1. Déficits persistentes en la comunicación social e interacción social (independientemente del grado de lenguaje que alcancen, siempre tendrán dificultad para interpretar ciertos mensajes y/o gestos tanto verbales como no verbales, lo que se traslada a no comprender las relaciones sociales)
  2. Patrones repetitivos y restringidos de actividades e intereses (movimientos motores, imposibilidad de cambiar la rutina, gustos muy repetitivos…). Estos síntomas aparecen muy pronto en el desarrollo y causan un gran deterioro social y escolar.

Descuidar la educación de los hijos, por ejemplo «comprándoles» con regalos.

¿Y el colegio?

Los niños autistas necesitan que se atiendan sus necesidades en la escuela. Tienen que ir a un centro donde desarrollen su sociabilidad, les ayuden con la comunicación, la conducta…

Si no va a un centro de educación especial, puede ser muy útil acudir a una asociación.

¿Cómo lo tratamos?