Los abuelos: a cargo de los nietos en verano
Seguro que para muchos, algunos de los mejores recuerdos de nuestra infancia tienen relación con nuestros abuelos. Y, sin duda, los padres de hoy en día quieren repetir esto en las vivencias de sus propios hijos.
Teniendo en cuenta que las vacaciones escolares y laborales de los padres no suelen coincidir es como los abuelos se acaban convirtiendo en cuidadores en el verano. Evidentemente es más barato que un camping y permite a los más pequeños pasar tiempo con su familia.
El hecho de que los niños pasen más tiempo con sus abuelos es sin duda positivo pero no deberían ser unos sustitutos de las figuras del padre y de la madre. Esto que parece fácil en teoría no lo es tanto en la práctica.
Tanto los padres como los abuelos deben tener esto en cuenta. Si los abuelos ven a sus nietos a todos los días varias horas quizás deban entender que ya su papel no es meramente de compañero de juegos sino que deben colaborar en la educación de los niños. Y aquí es donde se choca. Si no es fácil que un padre y una madre se pongan siempre de acuerdo en la manera de educar si añadimos las figuras de los abuelos la cosa se complica. Es conveniente negociar y llegar a un término medio, los abuelos deben respetar la forma de educar de los padres y los padres tienen que entender que los abuelos, con sus aciertos y errores, ya han criado a sus hijos y probablemente sean más permisivos con sus nietos de lo que lo fueron con sus hijos.
El hecho de que los niños pasen más tiempo con sus abuelos es sin duda positivo pero no deberían ser unos sustitutos de las figuras del padre y de la madre.
Por cierto, aunque casi siempre hablamos de lo bien que le viene a los niños estar con sus abuelos lo cierto es que éstos también se ven beneficiados psicológicamente de estar con ellos. Lo ideal es que se dé entre ellos una relación de intercambio, a los abuelos les gusta ayudar a sus nietos y aprender de ellos y en función de la edad que tengan les ayuda a sentirse “menos una carga”.
Además esto, puede haber un intercambio generacional muy interesante entre ellos, los nietos pueden aprender esos juegos tradicionales y los abuelos ponerse al día en aspectos tecnológicos.
Y por último, recordar que si en caso de separación siempre decimos que no deben sufrir los niños y que deben seguir teniendo contacto con sus padres, lo mismo es aplicable a ambas partes de la familia, tíos, primos y por supuesto abuelos.